Una voz coherente! Pero yo no creo que el derrotero se vaya a cambiar, simplemente porque hay muchos intereses economicos de por medio, para lo cual ningun alcalde va a querer (Voluntaria o involuntariamente) cambiar de sede.
El Carnaval, “en manos de tres o cuatro empresas”
20/02/2010
El sociólogo Jorge Bolio Osés considera que el tema del derrotero del Carnaval tiene varias aristas, y parte de ellas son que esa fiesta es negativa, perjudicial para el propósito de hacer de Mérida una ciudad exitosa económicamente y competitiva en turismo, pues afecta al patrimonio histórico, demerita al Paseo de Montejo y contribuye al abandono de predios en esa zona.
—Si bien esa fiesta representa para los meridanos, en particular las familias de bajos ingresos, la reivindicación de un espacio urbano, también es cierto que ya perdió mucho de su carácter de recreación y convivencia y adoptó el de una comercialización excesiva, casi monopólica, por el peso que tienen en ella grandes firmas empresariales.
—Los efectos negativos para la ciudad van más allá de los cinco días de desfiles. Y si bien esa fiesta todavía tiene un carácter social hay que decir que es un evento manipulado, su fin ya no es la recreación y la convivencia sino la venta de cerveza, refrescos, bisutería y otras cosas. —El Carnaval se comercializó en exceso, se llegó al monopolio —indica.
Respecto al lugar donde podría reubicarse, el profesional opina que Xmatkuil no parece la mejor opción porque es propiedad del gobierno del Estado, y la situación de las relaciones de éste con el Ayuntamiento afectarían la organización.
—Creo que la avenida 128 es una mejor opción. Sin embargo, este punto de la ciudad tiene el problema del acceso. Si el Carnaval se realiza ahí entonces hay que garantizar que la población tendrá las mismas facilidades para llegar hasta ese sitio.
Otro aspecto que menciona Bolio Osés es que el Carnaval ya no está en manos de las autoridades sino de un Comité Organizador Permanente que hace y deshace, y éste a su vez está fuertemente influenciado por tres o cuatro corporaciones que utilizan esos festejos para promover sus productos cerveceros, de refrescos embotellados y de telefonía.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Mérida, Jorge Manzanilla Pérez, considera que los perjuicios del Carnaval ya son mayores que los beneficios.
—Ya es hora de cambiarlo de lugar —expresa—. Esa tradición no se perderá, sólo cambiaría de sede, iría a un lugar más seguro, donde no afecte a otros sectores.
—Actualmente el Carnaval afecta la infraestructura pública, el Centro Histórico, a los turistas y a los comerciantes, hoteleros y restauranteros de la zona. Esa fiesta no es un atractivo turístico, no genera mayor ocupación hotelera, al contrario la reduce.
—Y los restaurantes del sector se limitan a rentar sus sanitarios, no venden nada. El trastorno que se causa al transporte de pasajeros y la circulación de vehículos hace que la gente llegue tarde al trabajo.
—Conviene reubicar la fiesta a Xmatkuil. Este lugar funcionaría como un sambódromo, con todas las facilidades y seguridad que ofrece en la feria de noviembre, y además le daríamos un uso adicional a esas instalaciones, para que no permanezcan ociosas la mayor parte del año.
—Para mí Xmatkuil es mejor opción que la avenida 128 (poniente de la ciudad).
—Si bien esa fiesta representa para los meridanos, en particular las familias de bajos ingresos, la reivindicación de un espacio urbano, también es cierto que ya perdió mucho de su carácter de recreación y convivencia y adoptó el de una comercialización excesiva, casi monopólica, por el peso que tienen en ella grandes firmas empresariales.
—Los efectos negativos para la ciudad van más allá de los cinco días de desfiles. Y si bien esa fiesta todavía tiene un carácter social hay que decir que es un evento manipulado, su fin ya no es la recreación y la convivencia sino la venta de cerveza, refrescos, bisutería y otras cosas. —El Carnaval se comercializó en exceso, se llegó al monopolio —indica.
Respecto al lugar donde podría reubicarse, el profesional opina que Xmatkuil no parece la mejor opción porque es propiedad del gobierno del Estado, y la situación de las relaciones de éste con el Ayuntamiento afectarían la organización.
—Creo que la avenida 128 es una mejor opción. Sin embargo, este punto de la ciudad tiene el problema del acceso. Si el Carnaval se realiza ahí entonces hay que garantizar que la población tendrá las mismas facilidades para llegar hasta ese sitio.
Otro aspecto que menciona Bolio Osés es que el Carnaval ya no está en manos de las autoridades sino de un Comité Organizador Permanente que hace y deshace, y éste a su vez está fuertemente influenciado por tres o cuatro corporaciones que utilizan esos festejos para promover sus productos cerveceros, de refrescos embotellados y de telefonía.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Mérida, Jorge Manzanilla Pérez, considera que los perjuicios del Carnaval ya son mayores que los beneficios.
—Ya es hora de cambiarlo de lugar —expresa—. Esa tradición no se perderá, sólo cambiaría de sede, iría a un lugar más seguro, donde no afecte a otros sectores.
—Actualmente el Carnaval afecta la infraestructura pública, el Centro Histórico, a los turistas y a los comerciantes, hoteleros y restauranteros de la zona. Esa fiesta no es un atractivo turístico, no genera mayor ocupación hotelera, al contrario la reduce.
—Y los restaurantes del sector se limitan a rentar sus sanitarios, no venden nada. El trastorno que se causa al transporte de pasajeros y la circulación de vehículos hace que la gente llegue tarde al trabajo.
—Conviene reubicar la fiesta a Xmatkuil. Este lugar funcionaría como un sambódromo, con todas las facilidades y seguridad que ofrece en la feria de noviembre, y además le daríamos un uso adicional a esas instalaciones, para que no permanezcan ociosas la mayor parte del año.
—Para mí Xmatkuil es mejor opción que la avenida 128 (poniente de la ciudad).
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